ELI MARTÍNEZ
Siempre he estado rodeada de arte desde pequeña, recuerdo mi infancia entre lápices de colores, acuarelas y cuadernos. Dibujaba sin cesar durante horas, era mi mundo.
Me formé como historiadora del arte y después como conservadora-restauradora de bienes culturales, algo que abrió mi mente creativa a un campo inagotable de inspiración, referencias y posibilidades.
Tuve la oportunidad de vivir en Roma durante un año y esa experiencia marcó mi vida, me hizo enamorarme del renacimiento y el barroco, de los cuales tomo constantes referencias.
Conozco todas las técnicas artísticas, pero la acuarela y el gouache son mis preferidas por las texturas transparentes y aterciopeladas que generan. Imprimen a la obra un carácter muy delicado.
Me gustan las nuevas tecnologías y cuando descubrí las posibilidades que me permitían, empecé a explorar mis capacidades en la aplicación a industrias creativas.
Cuando observo el mundo, donde los demás ven un objeto o un paisaje yo veo formas, texturas, colores, todo es inspirador.
